jueves, 27 de diciembre de 2007



En las ciudades el tiempo pasa y aunque no lo creas no es en balde. Siempre escuchamos multitud de expresiones para auto compadecernos o sentirnos mejor con nosotros mismos, tipo: el tiempo pone cada a uno eso en lugar, dale tiempo, es cuestión de tiempo… A veces el tiempo te cede una tregua, te deja divisar todo desde un punto de vista distinto, la verdad es que no se si es mejor, más honesto u objetivo. El caso es que sin tú proponértelo puedes adivinar lo que va a suceder. Como un juego de azar haces tus apuestas. Está claro que unas veces ganas, otras pierdes y otras sigues jugando, así es la vida, así es el juego del amor. Supongo que interferir u obligar a que sucedan cosas es sinónimo de impacientarse y esperar a que sucedan otras es caer en la monotonía o el “vicio” de seguir jugando ¿es posible que haya gente ludópata en este juego? Más que nada, es que si sabes que por mucho que inviertas siempre hay perdidas, porqué seguimos intentándolo… Game Over