lunes, 28 de enero de 2008

Definitivamente los lunes son raros. Si que es cierto que pueden resultar insípidos y algo depresivos. ¿Quién sabe qué dejaste entre las sabanas este fin de semana?
Lo curioso es que hay gente que le encanta disfrazar la realidad vivida durante tres días y contarlo… o lo peor de todo que exista gente dispuesta a creérsela. En el metro, en la misma mesa del trabajo o incluso en el ascensor del edificio donde curras, aunque haya gente escuchando y acompañándote, son buenos sitios. Qué ha sido del clásico” tomamos un café y te cuento”
Para mí hoy ha sido un Lunes divertido, por primera vez no he sido yo el que se ha recreado en su propio historia si no que han sido otros los guionistas de las escenas omitidas de mi film.

Dentro de poco haré memoria para que, junto con el móvil, no se me olviden las palomitas.
Casi un mes desde la última vez que escribí algo. Y no porque no tenga cosas de las que desprenderme o por el simple hecho de desahogarme. Creo que he caído tanto en la rutina que cualquier intento por fallido que resulte de huir de ella, es posible que merezca la pena. La desgana se convierte en desdicha y complemento impensable, lo mismo por el día que por la noche… y sobre todo pereza. Las doce y media y nada mejor que hacer, ni siquiera dormir ya creo que no hay ganas de que pase el día.