Que hay días que resultan una putada no es nada nuevo, pero que tenga que soportar días que lo único que me apetezca sea tirar la toalla, ultimamente tampoco. le estoy pillando un asco al trabajo tremendo; o más bien a gente del trabajo. Contaba con la idea de que ser BEKARIO se iba a convertir es una especie de estigma laboral, pero no llegaba a pensar, por culpa de mi nada retorcida imaginación, de que existiría gente con problemas de ego y divinidad incompredida, que vería en mi y en mi "poco profesionalidad" un entretemiento que sustituya al tomamte, al angelino o la madre que lo parió. Me siento incluso ordinario y con ganas de decir tacos, estoy cabreado pero lo peor de todo es que estoy decepcionado conmigo. esto me puede, me supera y me desborda. Y del estado de ánimo más visceral, a uno un poco más sentimental...
lunes, 14 de abril de 2008
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